Modelos de gestión de la convivencia

Tras la lectura en clase del texto de Juan Carlos Torrego Seijo sobre el modelo integrado, y tras trabajar sobre ello, llego a las siguientes conclusiones:

Hay varios tipos de modelos de administración de la convivencia, entre los que se encuentra el modelo punitivo.

Este modelo tiene la característica de ser autoritario y jerárquico, ya que se basa en la imposición de castigo por parte de la persona que tiene más poder sobre aquella que comete un error. Todos los conflictos acaban con una pena hacia quien incumple las normas y provoca un daño.

Entre sus limitaciones más destacadas, cabe citar que el problema existente entre agresor y víctima no se resuelve. El agresor es sancionado, recibiendo así una atención, aunque sea negativa, mientras que la víctima no recibe nada, queda abandonada e indefensa tras los hechos, sin que nadie se fije en ella. Por otra parte, no existe la posibilidad de que la persona perjudicada y el agresor establezcan ningún tipo de diálogo, para que quien ha incumplido las normas pueda reparar el daño que ha hecho a la otra persona. Y por si fuera poco, al no resolverse el conflicto estamos agravando la situación, porque pueden llegar a producirse nuevos problemas, ya que quién ha hecho el daño quizá no haya entendido qué hizo mal, en qué hirió a la otra persona, pudiéndose producir secuelas psicológicas en la persona por el malestar que ocasionó el castigo y su sentimiento de incomprensión por parte de los demás. La víctima sin embargo, ha sufrido una situación traumática del agresor, y necesita una ayuda para superarlo que no recibe, porque el hecho de que quien la atacó recibiera un castigo, no hace que recupere su estado antes del conflicto.

Mi experiencia como alumno ha estado bastante ligada a este tipo de modelo. En el colegio, prácticamente todo se resolvía por medio de castigos, sin ningún tipo de mediación entre quien incumplía las normas y los afectados, aunque también dependía del profesor, algunos eran más comprensivos e intentaban resolver el conflicto pacíficamente, sin imponer la sanción, y haciendo que las dos partes llegaran a un acuerdo y ambas salieran satisfechas, aunque este tipo de profesores eran los menos.

En el instituto, el asunto se agravaba, ya que los conflictos eran mayores y casi siempre con violencia, entre los alumnos, o entre alumnos y profesores. Ante este tipo de problemas se imponían castigos, generalmente, aunque a veces se acudía al jefe de estudios para que resolviese él la situación.

En la universidad en cambio, y quizá porque ya la gente tiene determinada edad y han madurado, no se aprecian casi conflictos, ante el menor problema todo se resuelve hablando para ver cómo arreglarlo, y aunque las discusiones son inevitables, siempre se consigue reparar el daño, sin aplicarse castigo alguno.

Hay otros modelos más evolucionados que el punitivo, como son el relacional o el integrado, cuya forma de resolver los conflictos se basa en el diálogo, mediante el cual se hace todo lo posible por resolver el problema, a partir de un mediador entre el infractor y afectado, que intenta llegar a un consenso entre ambos para que el problema existente no vaya más allá y se pueda resolver el enfrentamiento, en una reunión en la que las dos partes acaben saliendo satisfechas y el daño reparado. El conflicto desaparece por completo ya que las dos personas han llegado a un acuerdo, lo que hace que sea improbable la existencia de nuevas disputas.

La diferencia entre el modelo relacional y el modelo integrado se basa en que, mientras que el mediador del relacional puede ser cualquier persona, en el modelo integrado, se trata de una persona cualificada para ello. Por otro lado, el modelo relacional no pasa de ser una reunión privada entre el mediador y los enfrentados, mientras que en el integrado se le cuenta a la clase lo ocurrido en el proceso de diálogo.

En mi opinión, ambos son bastante buenos, a mi juicio muchísimo mejores que el punitivo, quizá el integrado sea más avanzado que el relacional en el sentido de que, al ser el mediador una persona preparada para ello, sabrá tratar los problemas debidamente y los conflictos tendrán una mejor resolución.

Mi experiencia en prácticas ha sido muy variopinta. He podido ver que, desgraciadamente, entre mis años de colegio, y los de los niños de ahora, no hay mucha diferencia en este tema, y que poco se ha avanzado en la resolución de conflictos, siendo el método punitivo el predominante. Cierto es que he visto el colegio muy bien organizado, por lo general ante cualquier tipo de problema la actuación ha sido rápida. En algunos casos se ha intentado arreglar el conflicto, y en otros se ha aplicado directamente un castigo, sin mediación, aunque los niños solían ser escuchados cuando habían tenido enfrentamientos entre ellos.

Yo por mi parte, nunca he castigado a ninguno, siempre que vi que había alguno haciendo algo mal, iba a hablar con él y le explicaba por qué lo que hacía no era correcto, y haciendo que el niño lo entendiera, y dejara de hacer lo que estaba haciendo, sin tener que enfadarme y que se sintiese dolido. Cuando en cambio el problema consistía en que había habido una pelea entre varios, primero intentaba averiguar lo ocurrido, y después hablaba con los implicados, intentando resolver la situación lo mejor que podía, a pesar de mi inexperiencia. Siempre intentaba que el agresor pidiera perdón a la víctima, y que fuera consciente del daño ocasionado, explicándole por qué no estaba bien, siempre sin enfadarme y con calma, sin imponerme, y que el afectado quedase satisfecho después de haberlo hablado.

Después de haber visto estos modelos en clase, creo que actué de forma parecida a como sería el modelo relacional o el integrado, y me siento satisfecho por ello.

El vídeo visto en clase me ha parecido interesante, ya que trata un tema de actualidad, el anteproyecto de la ley de Convivencia y Participación en la Educación, por el cual se pretende que el maestro se convierta en una figura de autoridad, como puede ser un policía o similar.
No estoy a favor de esta ley, en mi opinión es como dar un paso atrás, dar al maestro el poder de imponerse sin posibilidad de defensa por parte de los alumnos. Es una medida punitiva, ya que hay desigualdad en el conflicto y el castigo se impone por ley del más fuerte.

Por otro lado en el vídeo aparecía una alternativa de escuela diferente, donde el alumno tenía gran libertad para estudiar y hacer lo que le apeteciera, siempre que se ajustara a lo pactado previamente con los maestros. Todos los alumnos parecían estar a gusto en la escuela, sin hacer conflictos entre ellos, y eso que provenían de otros colegios donde tenían muchos problemas. Me parece por tanto buena alternativa siempre y cuando la libertad que se les deje a los alumnos no sea excesiva.

Dejo el enlace del vídeo:
http://www.vtelevision.es/programas/controlv/2011/01/22/0031_32_51793.htm